serie NOVA TERRA nº 49

85 Por su parte, el carácter dominantemente pelítico de las litologías de la secuencia su- perior de las Unidades Basales queda conϐir- mado por unos valores de las relaciones SiO 2 / Al 2 O 3 y K 2 O/Na 2 O, menores y mayores, res- pectivamente, que los de las grauvacas de la secuencia inferior, y similares a los del PAAS. Los patrones normalizados de REE muestran en este caso una clara variabilidad. Tres de las rocas estudiadas presentan unos valores si- milares a los valores medios de la corteza con- tinental superior, representados por el PAAS, mientras que dos de ellas registran patrones fraccionados compatibles con una posible al- teración química, como conϐirman los eleva- dos valores de las relaciones Rb/Sr y Ti/Zr, muy alejados de los valores de referencia de la corteza continental superior. El valor me- dio del índice CIA para estas muestras, similar al valor del PAAS y claramente superior al de las litologías de la secuencia inferior, resulta compatible con una moderada meteorización química o ϐísica, un carácter más maduro y un mayor reciclado de estas rocas metasedimen- tarias. Otro aspecto diferencial en estos me- tasedimentos son los mayores contenidos en Cr, Ni, Sc y V, lo que junto con valores de Th y La similares a los de las grauvacas y esquistos con albita de la secuencia inferior, y práctica- mente iguales a los valores del PAAS, sugieren un área fuente de composición intermedia, con un mayor aporte de rocas ígneas máϐicas que las observadas en el caso de las rocas sili- ciclásticas de la secuencia inferior. De acuerdo con los diagramas de Bhatia y Crook (1986) , en el origen de los sedimentos siliciclásticos de la secuencia inferior es cla- ra la implicación de un margen convergente ediacarense. Así lo indican las abundancias medias de elementos como el Th, Co, y Zr, y los valores medios de las relaciones Th/Sc, Zr/Th y Ba/Rb. Estos valores apuntan a la participación de un arco magmático evolu- cionado. En estos diagramas se evidencia también que el desarrollo del arco tuvo lugar sobre una corteza continental engrosada y la posible existencia de una cuenca asociada de tipo marginal ( back-arc ) evolucionando hacia un margen pasivo. Las elevadas abundancias de los grandes cationes (Rb, Ba y K), La y Ce, el bajo contenido en Sc, y los valores medios para las relaciones Ti/Zr, Sc/Cr y La/Sc pare- cen conϐirmar esta tendencia. Por su parte, las litologías estudiadas en la secuencia superior cámbrica no permiten un tratamiento análogo utilizando los diagramas anteriormente comentados. Dichos diagra- mas son aplicables sólo a series grauváquicas inmaduras, lo que excluye a los micaesquitos de esta secuencia. Sin embargo, sí es posible una comparación geoquímica de las litologías de las dos secuencias atendiendo a los conte- nidos de una selección de elementos mayores y traza normalizados a los valores del PAAS, recogidos en un diagrama propuesto por Win- chester yMax (1989) . Estos patronesmuestran una serie de características discriminantes que los autores asocian a contextos tectónicos concretos. Según estos criterios, las series si- liciclásticas ediacarenses-cámbricas de la se- cuencia inferior presentan un patrón caracte- rístico de un margen continental activo: (i) la aparente variabilidad en los contenidos de los elementos utilizados, propios de sedimentos inmaduros, con un grado de reciclaje limita- do; (ii) los contenidos relativamente eleva- dos de los grandes cationes (LILE), los cuales muestran un patrón casi plano, con una clara tendencia hacia la unidad; (iii) la ausencia de una clara anomalía negativa de Sr; y por últi- mo (iv) la presencia de una anomalía negativa del TiO 2 , típica de sedimentos depositados en este tipo de contextos. De igual manera, tam- bién se observan determinados aspectos que indican la posible existencia de una cuenca asociada de tipo back-arc . El patrón norma- lizado presenta en su parte intermedia unos valores medios más elevados de lo esperable,

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